
«Las palabras tienen poder. Los nombres tienen poder. Las palabras son eventos, generan cosas, cambian cosas. Transforman tanto al hablante como al oyente; alimentan la energía de uno y otro y la amplifican. Alimentan el entendimiento de uno y otro y lo amplifican»
Ursula K. Le Guin
Hace unos años que cayó en nuestras manos un libro que ha sido en parte el germen de este proyecto: “Glosario Imposible” es un proyecto editorial de hablarenarte, que acompaña al proyecto CAPP, una red de socios internacionales destinada a la investigación en torno al arte colaborativo.
En la introducción de este compendio de artículos y entrevistas se explica la razón de ser del proyecto, afirmando que “hoy en día es común, y de forma casi generalizada, hablar de prácticas colaborativas y mecanismos participativos en todos los ámbitos de nuestra sociedad. (…) tanto agentes culturales, como vanguardia educativa y pedagógica, los líderes empresariales y, obviamente, también los partidarios de una democracia directa -sean populistas o progresistas- hacen noción últimamente a lo colaborativo, a lo peer-to-peer, a lo cooperativo(…). El resultado de esta interferencia discursiva es una cacofonía encubierta: aunque parezca que todos hablemos de lo mismo, no es así.”
Mismas palabras pero con distinto significado. Nada que no haya ocurrido antes o no sea extrapolable a otras esferas de la vida. El Glosario Imposible en cambio no pretende homogeneizar o llegar a un consenso sobre el significado de los términos que recoge (colaboración, contexto, obra, autoría, confianza, fracaso, retorno, agentes, institución y autonomía); lo que pretende es hacer una “contribución a este debate en ciernes”, no para “intentar zanjar la discusión a través de una definición canónica”, sino precisamente para casi lo contrario. La heterogeneidad de visiones puede “ayudar a estructurar futuras discusiones teóricas sobre las prácticas colaborativas y que el debate, contribuya a crear un cuerpo teórico propio”.
La idea del Glosario como una herramienta para profundizar en una materia y estructurar el futuro nos pareció una idea potente, que hasta hace una semana se había quedado esperando en un cajón y que ahora ha tomado forma en esta iniciativa que lanzamos dentro del contexto de la DWEEK de Bilbao: Glosario de una Pandemia. Desde que metimos la idea en el cajón ha pasado tiempo, pero lejos de coger polvo ahora vemos cómo en realidad durante este periodo hemos ido añadiendo de manera inconsciente y consciente más elementos que han ido dando forma al proyecto.
Cuando hace ya más de un año pusimos en marcha TOPIAK -un proyecto donde estamos experimentando con distintas maneras de mediar y co-crear haciendo uso de los enfoques de los Estudios de Futuros-, nos dedicamos a investigar enfoques metodológicos relacionados con el diseño ficción, el diseño especulativo, los estudios de futuros … en esta búsqueda, algo que nos enamoró a primera vista fueron los «New Idioms» de Near Future Laboratory. Un «New Idiom» es un modismo, es decir, una expresión característica de una lengua, formada por un conjunto de palabras y con un significado que no se puede deducir del significado de las palabras que lo forman. Hay varias fuentes para los modismos, pero el gran contribuyente son las metáforas. Cuando una metáfora se utiliza por primera vez es fresca y la gente tiende a pensar en la imagen para apreciar lo que transmite. Pero con el uso continuado, dejamos de pensar en esas imágenes y simplemente recordamos su contenido. El proceso es lento y gradual. En Near Future Laboratory utilizan los modismos para expresar posibles futuros cercanos, posibles tendencias que se normalizarán en el futuro, ideas, asunciones, hábitos de vida, etc. Algunos ejemplos son por ejemplo “Ainigma” que describe una decisión tomada por una IA que un humano no puede entender. Derivado de enigma, o “Ustopía” una palabra inventada por Margaret Artwood que combina la utopía y la distopía -imagina la sociedad perfecta y su opuesto- porque, en su opinión, cada una contiene una versión latente de la otra.
Y es que esta práctica no solo es juguetona, tiene encaje en un enfoque metodológico muy interesante, relacionado con el futuro cercano, ese espacio temporal situado en los próximos 2-5 años: primero se trata de entender y determinar cuál es la realidad consensuada, es decir, lo que tomamos como verdad y normalidad; después habla de definir el “Strange now”, un presente donde las cosas que entendemos completamente coexisten con otras que no entendemos completamente o fácilmente; estas señales débiles dan pie a la los “New Normal”: observando las contradicciones o fricciones que se dan en el presente es posible reconocer algún patrón del futuro. Un “New Normal” es una hipótesis de cómo podría ser el campo de la próxima normalidad o cómo podría ser el siguiente paso de la Realidad Consensuada. “El futuro de alguien es el presente de otra persona. Estamos particularmente atentos a las «señales débiles» de la vida cotidiana en forma de comportamientos, nuevos rituales y fricciones. Nuestro enfoque de Diseño Ficción es una forma de realizar «micro» estudios de futuro que presta especial atención a la vida cotidiana y a los objetos o servicios estándar que podrían configurar los futuros posibles”.
Y es que no hay mejor manera de hacer algo visible y real que nombrarlo, porque ya lo sabemos, “lo que no se nombre no existe”. ¿Quién no tiene el impulso de inventarse palabras “privadas” en casa para nombrar los objetos que usamos cotidianamente, las plantas que tenemos en el salón o los lugares sin toponimia concreta y oficial?. Por la misma razón el lenguaje está en constante evolución, porque es un traje que se muestra muchas veces pequeño o grande u obsoleto, y a medida que la sociedad cambia, el lenguaje va cambiando. Porque el lenguaje es una herramienta pero también es un reflejo de la comunidad que lo habla. Esta inmensa riqueza se hace evidente en el vocabulario único que encontramos en casi todos los idiomas; palabras que no existen en otros lenguajes y que nos dan pistas sobre la idiosincrasia del territorio, su paisaje, cultura, economía o historia.
- Hiraeth es una palabra galesa que es algo difícil de describir en inglés o castellano, por la razón de que no hay una sola palabra que exprese todo lo que hace. Algunas palabras que se usan a menudo para intentar explicarlo son nostalgia o anhelo. Parece ser una palabra de varias capas, que incluye una variedad diferente de nostalgia del hogar pero también puede incluir la pena o la tristeza por alguien o algo que has perdido, pérdidas que hacen que tu «hogar» no sea el mismo que el que recuerdas.
- Metanoia es un sustantivo griego que describe una transformación o conversión, generalmente espiritual. Es el proceso o viaje de cambiar la mente, el corazón, el yo o la forma de vida. Se originó de la palabra griega metanoiein, que significa «cambiar la mente» o «arrepentirse». La metanoia se ha utilizado en el contexto religioso para referirse al arrepentimiento.
Estamos viviendo un momento histórico. Muchas cosas han cambiado y están cambiado en los últimos meses y si, todo está “raro”. Un “strange now” o “ahora raro” que va a dar pie a un “new normal” o “nueva normalidad” que puede tomar muchas formas en el futuro cercano. Muchas iniciativas han puesto el foco en aprovechar el momento de impasse, crisis y transformación para poner en práctica otros posibles modelos de sociedad. Uno de los primeros fue Bruno Latour, que dos semanas después de que saltara el estado de alarma lanzó una encuesta a escala global invitando a la ciudadanía a elaborar un listado de las cosas que “no queremos que vuelvan” después del parón. The New Possibles en cambio, lanzó una convocatoria para recopilar iniciativas,políticas, proyectos, etc. que estaban planteando un modelo alternativo al capitalismo: “en muchos sentidos, la pandemia de coronavirus ha resurgido y amplificado lo peor del mundo: racismo, anticiencia, intolerancia. Pero también ha ocurrido algo extraño. Cambios, ideas y soluciones que antes se consideraban imposibles, se han vuelto repentinamente posibles. Este sitio es una colección incompleta y en evolución de lo nuevo posible. Porque una vez que las cosas puedan volver a la normalidad, necesitaremos recordatorios de que un mundo mejor es posible, que la vieja normalidad no tiene que ser la nueva normalidad.”
De la mano de la pandemia, los confinamiento y las nuevas norma(lidade)s han surgido nuevas realidades que hasta la fecha no tenían nombre y así hemos ido creando de manera espontánea “palabros” para expresar lo que estaba pasando a nuestro alrededor. En las casas, barrios, calles y como no, de manera oficial, desde las instituciones y poderes, se están acuñando términos que se esparcen como la pólvora.
¿Cómo nombramos a la que ha sido nuestra familia no consanguínea durante el confinamiento? ¿y a los nuevos rituales que han sucedido en nuestro salón? ¿Cómo hacer referencia a esa sensación de querer volver a la normalidad pese a que la odiabas? ¿Qué nombre has puesto a ese «txoko» o esquina de la ciudad que ahora se ha vuelto tu favorita y antes desconocías? ¿Qué palabra usar para expresar cosas como poner en valor los tiempos lentos o eso de tener miedo del otro?
Este año la DESIGN WEEK 2020 nos habla de la empatía y del re-, un re- de reconstruir, rediseñar y repensar. En este contexto, nos parecía interesante recopilar estos términos en un glosario abierto y colectivo. Ahora que nos planteamos el reto de reconstruir y rediseñar muchas cosas, ¿por qué no reflexionar sobre lo que nos está pasando y ponerle un nombre? Quizás así podamos aprovechar y construir desde lo bueno, descartando todo aquello que no queremos que vuelva o corre el riesgo de quedarse.
No queríamos dejar escapar esta oportunidad así que aquí está: GLOSARIO de una PANDEMIA. En la web se pueden subir términos y definiciones; las iremos recopilando a lo largo de estos meses y veremos a dónde nos lleva este experimento colectivo. De momento hemos organizado una presentación el día 5 de noviembre a las 18.00.